La primera diferencia entre el té y la tisana es su composición, las tisanas están elaboradas de extractos de plantas, no únicamente de una. Por otra parte, mientras que el té requiere que las hojas se dejen en agua caliente entre 3 o 4 minutos, las tisanas requieren al menos 15 minutos, por lo que sus aromas y sabores son más intensos. Otra de las características de las tisanas es que se suele utilizar más de un ingredientes para elaborarla, pueden usarse flores, hojas, raíces, bayas y semillas, mismas que se llevan a un punto de ebullición.